miércoles, 15 de junio de 2011

Era él

Era simplemente magnífico. Sus ojos color miel, su pelo castaño y sus uñas desgastadas tras mordérselas una y otra vez. Su forma de ser tan despierta y real acompañada del modo en el que trataba a sus amigos hacían de él unapersona especial. Cuando estaba triste, ¿quién si no él me ayudaba? Estaba claro que un ser así no era de este planeta. Cómo si no iba a llevar esa ropa tan única. Sigo sin claras explicacíones, motivos por los que todo su ser era tan perfecto. Aquel día en peculiar iba como un hombre antiguo de los que fumaban y olían a pipa. Era 20 de mayo, no hacía ni mucho sol ni mucha sombra pero sin embargo, a él le veía relucir. Iba ataviado con un pantalón canela a cuadros, unos náuticos azules, una camisa blanca, una cazadora de piel color azabache , una bufanda tan larga que parecía una cinta métrica y una boina como la que solía llevar mi abuelo en sus tiempos mozos. Me esperaba en el tranvía. Inquietamente movía su pie hacia arriba y hacia abajo mientras miraba con desdén los roídos carriles del tranvía. Al verme simplemente se levanto y sonrió mientras caminaba del mismo modo que cualquier persona lo haría pero que en él parecía algo sublime, ideal. Al encontrarse conmigo sin querer me piso. Que corte...pensé. -Jeremyy!!- Grité su nombre mientras mis cachetes se tornaban al mismo color de mis grandes labios.
Seguire el proximo dia

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